La Federación de Enseñanza de CCOO (FECCOO) exige al Ministerio de Educación y Formación Profesional que ponga en marcha el plan que anunció en agosto de 2022 par afrontar la emergencia climática que, aunque a juicio del sindicato partía de una dotación «insuficiente», en la práctica no se ha llegado a implementar».
El pasado verano, la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, anunció, en una entrevista a Europa Press, que su Departamento estaba preparando un plan de «adaptación climatológica» de los colegios con una dotación de más de 200 millones de euros y que acordaría con las comunidades autónomas tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
El sindicato ha recordado que lleva años reivindicado la urgencia de lograr «entornos saludables y sostenibles en el ámbito educativo ante temperaturas extremas, tanto altas como bajas».
Aunque recibió de manera positiva la propuesta anunciada por la ministra Alegría, advirtió de que «se quedaba corta por 200 millones de euros era, a todas luces, insuficiente». A su vez, ha exigido una mesa de negociación con la comunidad educativa «que permita que su implantación sea realista, democrática y eficiente».
Por otra parte, pide a las administraciones competentes que pongan en marcha las medidas organizativas y los recursos económicos necesarios, para lograr entornos saludables y sostenibles en el ámbito educativo ante las altas temperaturas de estos días.
El sindicato también insta a las diferentes administraciones educativas que recuerden el real decreto por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, y que es de aplicación y de obligado cumplimiento en todos los centros de trabajo «sin excepción», en el que se establecen las temperaturas mínimas y máximas entre 17ºC y 27ºC para los locales donde se realizan trabajos sedentarios, entre los cuales se encuentran los centros educativos.
Teniendo en cuenta que en las aulas de España «se han impartido clases por debajo de los 15 grados en invierno, y con 30ºC y hasta 35ºC en primavera y verano», CCOO considera que es «urgente una respuesta rápida, ágil y clara».
Por ello, exige que, ante situaciones de este tipo, se permita a los centros, en base a su autonomía organizativa y en función de sus características específicas y etapas a las que imparte enseñanza, «adoptar medidas urgentes tendentes a paliar los efectos de las temperaturas extremas en dos vías: organizativas (flexibilidad de horarios, agrupamientos, etc.) y de recursos económicos, para la compra de los materiales necesarios».
También demanda que se aborde un plan nacional «de manera inmediata» para adaptar los centros a estas nuevas realidades, que conlleve el estudio y análisis de la realidad bioclimática y de confort de los centros para determinar sus características en base a su ubicación geográfica, orientación, grado de exposición al sol, tipología constructiva, materiales de construcción empleados o calidad del aislamiento, de forma que se determinen sus necesidades específicas (ventilación, cerramientos, aislamiento de paredes, necesidad de aparatos de aire acondicionado, elementos de sombra en los patios, etc.).
Asimismo, reclama que las distintas administraciones «actúen decididamente ante la emergencia climática» y subraya que los centros «deben proporcionar el derecho a la educación en condiciones óptimas de seguridad, salud y sostenibilidad». «Estamos en un momento clave de emergencia climática y hay que actuar ya. Es una necesidad inmediata y un pasaporte al futuro», concluye el sindicato.