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La crisis bancaria y la posterior caída del Silicon Valley Bank presentan un caso de estudio convincente que merece la pena analizar. Antonio Velardo cuenta como el SVB, uno de los principales prestamistas de fondos de capital riesgo y empresas emergentes del sector tecnológico se hundió
El problema de la diversificación
La quiebra del Silicon Valley Bank se debió en parte a la falta de diversificación de sus inversiones. Gran parte de sus depósitos estaban en bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo y valores respaldados por hipotecas de agencias, lo que se convirtió en un problema cuando subieron los tipos de interés. Además, cuando la crisis económica golpeó al sector tecnológico, muchos clientes retiraron su dinero y el banco no pudo cubrir sus obligaciones por falta de efectivo declarándose en quiebra apenas 48 horas después.
Corrida bancaria
La quiebra de Silicon Valley Bank, dice Antonio Velardo, «se vio agravada por una corrida bancaria desencadenada en parte por las redes sociales, que sembraron el pánico por la falta de fondos del banco. Tras el anuncio de la ampliación de capital, las acciones del SVB se desplomaron un 60% el 7 de marzo. Al día siguiente, los reguladores de California cerraron el banco y lo pusieron bajo la tutela de la FDIC. Grandes empresas tecnológicas como Roku y Etsy tenían importantes cantidades de efectivo en cuentas del SVB, pero las cuentas sólo estaban aseguradas hasta 250.000 dólares».
Impacto de la crisis bancaria en el sector tecnológico
El sector tecnológico se ha visto muy afectado, ya que las grandes empresas tecnológicas han recortado personal y las empresas de nueva creación pueden tener problemas de financiación. «Los mercados prevén una probabilidad del 37% de un recorte de 75 puntos básicos en el tipo de los fondos de la Reserva Federal para la última reunión de este año», aclara Antonio Velardo.
Visión de los mercados y asignación sectorial
«Como analista macroeconómico y de renta variable, he observado que la financiación es cada vez más selectiva y que las empresas que corren más riesgo son las que están excesivamente apalancadas y han utilizado el apalancamiento para adquirir activos sobrevalorados» apunta Antonio Velardo. Estas empresas carecen de capacidad para gestionar una deuda costosa y no tienen el valor de los activos para hacer frente al servicio de sus deudas.
Por último, Antonio Velardo dice que «los bancos centrales se encuentran en una situación difícil ya que intentan equilibrar la estabilidad financiera y la inflación», lo que ofrece oportunidades a los inversores. Además para los responsables políticos, esta tarea supone un reto difícil de superar. «Debemos preguntarnos si todavía es posible un aterrizaje suave o si serán necesarias decisiones difíciles».
Fuente Comunicae