Fernando Simón advierte de nuevos riesgos laborales derivados del cambio climático

Por Redacción

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio, Fernando Simón, ha advertido de la existencia de nuevos riesgos laborales derivados del cambio climático, que se deben ir incorporando a la cultura laboral porque «no solo es cuestión de tomar medidas sino de incorporarlos a nuestra forma de pensar y actuar».

Simón ha explicado que actualmente se están generando exposiciones a riegos en muchas profesiones que antes no se tenían, por ejemplo, con la difusión de la gripe aviar en Europa, a la que se exponen los trabajadores de las granjas; o quienes trabajan al aire libre y sufren el riesgo del calor.

«Vamos a tener que modificar hábitos de trabajo porque el calor a mediodía va a generar fallecidos, ya lo está haciendo. Son pocos, hay mecanismos para controlarlo, pero hay que garantizar que las medidas se cumplen», ha advertido Simón a preguntas de la prensa antes de participar en Santander en una jornada homenaje organizada por UGT a los delegados de prevención.

A ellos se suman también los riesgos derivados del intercambio de personas y mercancías, que pueden afectar en primer lugar a los trabajadores de los centros de movilidad, y que hay que «ir incorporando a la cultura laboral», ha señalado.

En este sentido, ha precisado que, en muchos casos, la primera entrada de esos riesgos son los trabajadores, sobre todo, los de «alto standing, los que están constantemente viajando, los que tienen reuniones en una semana en tres puntos del mundo».

Ante estos problemas y los derivados del cambio global, Simón ha defendido la importancia de la cultura de la protección a los demás, una lección aprendida de la pandemia de Covid.

«El mundo está cambiando mucho» y, como consecuencia, también se están modificando los riesgos a los que se exponen los muchos profesionales. Por eso Simón cree que el ámbito laboral va a tener que adaptar muchas de sus formas de actuar y trabajar a esta nueva situación y al cambio climático, lo que va a modificar las relaciones laborales con el medio ambiente. Y a ello se suman problemas «heredados», como por ejemplo el proceso de desamiantado, que generará algunos «riesgos importantes», ha alertado.

Así, ha manifestado que «tenemos un periodo con muchas posibilidades de controlar los riesgos, pero también tenemos un periodo en el que se incrementan esos riesgos» y «por lo tanto, tenemos que tomarnos las cosas en serio».

Para Simón, los delegados de salud laboral son «fundamentales» para garantizar que los profesionales no se expongan a riesgos innecesarios, y también las lecciones aprendidas de la pandemia. «Tenemos que entender que si bien un catarro, una gripe, no tienen porque impedirte trabajar, sí que generan riesgos para tus compañeros de trabajo».

«Los trabajadores y los patronos tenemos que entender que una persona enferma es un riesgo potencial y por lo tanto hay que evitar que acuda a trabajar, utilizar el teletrabajo o al menos utilizar medidas de protección como mascarillas. No tenemos que perder ese tipo de cultura que hemos adquirido durante la pandemia», ha reclamado.

Y ha defendido que, mientras en algunos casos «se mira mal» a quien lleva mascarilla cuando tiene tos, «es de agradecer porque se evita el riesgo».

En cuanto a las consecuencias de la tecnología, ha afirmado que ha evitado muchos problemas laborales pero ha generado otros nuevos que se están comenzando a ver, como las malas posturas, el sedentarismo o los derivados de la exposición a las pantallas. «Hay que prender a adaptarse y a trabajar: lo que no se debe hacer es negarlos».

MASCARILLAS OBLIGATORIAS

Por otra parte, sobre el uso obligatorio de las mascarillas en las farmacias, Simón ha precisado que se trata de una protección «no contra el coronavirus sino para proteger a la población de enfermedades respiratorias».

«Utilizar una mascarilla cuando tienes infección respiratoria es mecanismo de demostrar que te preocupas por las gentes que hay a tu alrededor y yo creo que lo deberíamos incorporar a nuestra cultura, lo han hecho otros países», ha defendido.

Así, ha señalado que el uso de mascarillas cuando una persona está sana en otros ambientes «se terminará muy rápido», como se eliminó en el transporte, y «pronto» podría hacerlo en las farmacias, si bien a las mismas accede gente enferma, «pero no creo que sea un problema importante».

En cuanto a los centros sanitarios, donde la mascarilla es obligatoria para trabajadores y visitas en espacios comunes, en su opinión «tampoco estaría de más mantenerlo un tiempito» aunque no cree que «vaya a durar demasiado» siempre y cuando éstos entiendan que «tienen que garantizar que no van a infectar a otros y eso se consigue con la mascarilla».

«Si conseguimos mantener esa cultura de proteger a los demás, la obligatoriedad de la mascarilla se eliminará pronto», ha asegurado.