El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha afirmado este viernes, en la junta general de accionistas de la entidad celebrada en Alicante, que en 2020 «se han puesto los cimientos para la sostenibilidad futura del banco como entidad independiente, competitiva y rentable».
En alusión implícita a la descartada fusión con el BBVA, Oliu ha dicho que la situación económica general, fundamentalmente derivada de la pandemia de coronavirus, «generó dudas en el mercado acerca de la capacidad o de la oportunidad del banco para seguir en solitario», y que todo eso suscitó una profunda reflexión estratégica.
Ha añadido que, tras establecerse los retos y oportunidades del banco en solitario, se exploró también una fusión, «que se desestimó por razones económicas», y el Consejo estimó que la operación no era atractiva para los accionistas y que el banco tiene amplio recorrido de gestión para mejorar resultados y cotización, que se materializará en los próximos años sin que de momento vean atractivas operaciones de consolidación.
Así, se determinó que hoy la mejor estrategia para el banco es impulsar el negocio poniendo el foco en la actividad doméstica durante los próximos años, sin olvidar la diversificación internacional, y en reforzar la gestión y «seguir siendo un banco de referencia en el sistema financiero español de presente y de futuro».
AÑO DE PANDEMIA
Sobre 2020 y la pandemia, ha dicho que el banco «actuó como infraestructura crítica y respondió con eficacia y rapidez»: mantuvo el servicio al público en la mayoría de oficinas, generalizó el teletrabajo, facilitó liquidez a empresas, gestionó solicitudes de aval público para que los negocios siguieran funcionando y los particulares pudieron usar la moratoria hipotecaria del sector durante un año.
Con esa situación, ha defendido que el Sabadell «hizo un ejercicio de prudencia», haciendo provisiones extraordinarias y desprendiéndose de las colas de activos reales o créditos impagados de más antigüedad.
ESPAÑA
Oliu ha deseado que España sepa aprovechar los fondos Next Generation para proyectar la economía hacia el futuro, y «de forma complementaria, proveer de ayudas directas para compensar los costes fijos» producidos en las empresas durante las restricciones, y ha añadido textualmente que, con eso, las empresas son perfectamente viables.
Además, ha destacado que las ayudas públicas en España han sido efectivas a través de los ERTEs y que los avales del ICO han evitado una crisis de liquidez en las empresas, por lo que han sido «fundamentales para mantener la estabilidad financiera».
Ha defendido que, en esta situación, la banca ha sido y es clave en solucionar los problemas de las empresas en una situación provocada por lo ha denominado un ‘shock’ externo, «ante el cual el rol esencial de los bancos en el entramado social ha sido y es una parte de la solución».
CAMBIOS DE ORGANIGRAMA
El presidente también ha aludido a los nombramientos y cambios de organigrama del banco, que incluyen una presidencia no ejecutiva, y ha mostrado «plena confianza» en el equipo de dirección y de todos los profesionales del banco
Entre otros cambios organizativos, ha citado el cambio del CEO, con la salida de Jaime Guardiola y la entrada de César González-Bueno; el nombramiento de Alicia Reyes como consejera independiente al jubilarse José Luis Negro tras más de 50 años en la entidad; la reelección de los consejeros Manuel Valls y Anthony Ball y el paso de María José García Beato de consejera ejecutiva a consejera externa.