SEOM y ASEICA reclaman más formación en emprendimiento para los investigadores a fin de fomentar la innovación en cáncer

Por Redacción

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica) han reclamado más formación en emprendimiento para los investigadores españoles con el fin de fomentar la innovación en cáncer.

Así lo han puesto de manifiesto en una rueda de prensa celebrada con motivo del ‘Día de la Innovación’, que este año se centra en el lema ‘Emprendimiento desde la investigación en oncología básica y clínica: retos y oportunidades’, y donde han presentado un decálogo de medidas para aumentar la innovación esta especialidad.

Pese a que España sea uno de los países «a la cabeza en producción científica» y a que varios de sus centros se encuentren «entre los mejores en investigación en cáncer», según el doctor Luis Paz-Ares, uno de los principales problemas a la hora de generar productos innovadores en Oncología en España, además de la falta de financiación, es que los investigadores carecen de la formación adecuada en innovación.

«Nuestros investigadores carecen de herramientas y conocimiento para negociar y desarrollar sus ideas desde un punto de vista empresarial», lamenta el doctor Paz-Ares, expresidente de Aseica. «Aparte de investigar, tenemos que ser capaces de convertir esta investigación en innovación, en algo que satisfaga las necesidades no cubiertas. No podemos ser un valle de la muerte en innovación. Sin embargo, no tenemos mucha formación en este sentido, y no tenemos todo el tejido preciso, aunque en los últimos años empezamos a ver oficinas que nos ayudan», ha añadido el expresidente de Aseica.

En este sentido, el doctor Javier de Castro ha indicado que las oficinas de transferencia y tecnología «son un apoyo para el impulso de la innovación, pero su presencia y desarrollo es desigual en el país». Así, Castro ha llamado a «poner en valor la ‘i’ pequeña de I+D+i». «Si la investigación no se traduce en una solución para las personas, no deja de ser puro conocimiento», ha insistido.

Con todo, tanto Castro como Paz-Ares han lamentado que el investigador no sea una figura «reconocida» en España. «Reclamamos que el médico dedique tiempo a investigar, que no lo haga fuera de su horario laboral», ha pedido Paz-Ares, resaltando este como uno de los principales puntos del decálogo.

Otro de los desafíos pasa por estimular la colaboración público-privada en el desarrollo de nuevos tratamientos oncológicos, promoviendo la creación de consorcios y alianzas estratégicas entre empresas, centros de investigación e institutos sanitarios. «La falta de colaboración entre las empresas, los centros de investigación y los institutos sanitarios es también un obstáculo para la innovación», según ha mencionado la presidenta de SEOM, Enriqueta Felip.

ES NECESARIA MÁS FINANCIACIÓN PARA CONSEGUIR MAYOR INNOVACIÓN

Además de fomentar la formación y capacitación del personal investigador en áreas del emprendimiento y la gestión empresarial y de proteger el tiempo de investigación en centros hospitalarios, compatibilizándolo con la actividad asistencial, los presentes en la rueda de prensa han pedido más financiación.

Así, han recordado que las partidas presupuestarias dedicadas a investigación por parte de los Presupuestos Generales del Estado, la inversión de la industria y la filantropía han aumentado en los últimos años, pero globalmente, el porcentaje del PIB que se dedica a I+D+I (1,42%) sigue siendo inferior a países del entorno español.

Por ello, la presidenta de Aseica, Marisol Soengas, ha reclamado que se invierta «el doble» en I+D+i. «Se ha aumentado un 33 por ciento el presupuesto de investigación, pero la mayor parte es motivado gracias a proyectos europeos. Estamos alertando de la debilidad del sistema por la dependencia de financiación europea, que puede ser transitoria», ha comentado Soengas.

«Que consigamos ser competitivos en estas condiciones es realmente heroico» ha afirmado, para añadir que «se están perdiendo muchas oportunidades en la transferencia de conocimiento a la sociedad».

Además de las medidas mencionadas, los expertos han reclamado: potenciar convocatorias específicas y regulares para financiar actividades de transferencia e innovación; recuperar pruebas de concepto y otros proyectos semilla que faciliten la constitución de empresas de base tecnológica (startups o spin-offs); definir un marco regulatorio que promueva la innovación en el sector oncológico, facilitando la generación y licencia de patentes, así como la realización de ensayos clínicos académicos, y dotar a las oficinas de transferencia de tecnología (OTRIs) en instituciones académicas y clínicas con mayores medios y personal para dinamizar acciones de emprendimiento.

Otros retos que han mencionado y que forman parte del decálogo son: aumentar el peso de la innovación en procesos de evaluación del personal investigador tanto en ambientes básicos como clínicos; incentivar y fomentar la inversión en empresas y proyectos innovadores en el campo de la oncología, y concienciar a las administraciones y a los organismos financiadores sobre la importancia de la cultura del emprendimiento e innovación en beneficio de una medicina personalizada y más equitativa.