Una joint venture es catalogada como una asociación empresarial entre partes (pueden ser 2 o más), los cuales mediante un acuerdo comercial pactan una disposición equitativa de sus recursos para realizar una tarea específica.
Esta actividad se realiza con el objetivo de cuidar las cuentas de las empresas, las cuales terminan siendo en la mayoría de los casos startups. Para esa búsqueda del socio ideal a aquellas empresas necesitadas, Álvaro Francisco Domínguez Martín presta sus servicios como abogado instruido en asesoría de empresas en contabilidad y fiscalidad para la creación de joint ventures.
Asesoramiento en las joint ventures
La creación de las joint ventures hace que se reduzca el riesgo individual y se aumente la competitividad, por lo que es una decisión viable para aquellas empresas sin lugar en el mercado. Sin embargo, si bien puede resultar conveniente, es necesario ahondar en diferentes tópicos previos a la consolidación de la asociación. Es aquí cuando aparece el asesoramiento.
El vital promover las buenas acciones de las empresas, ya que pequeños emprendimientos puede ser expuestos a situaciones comprometidas. Por ejemplo, se debe analizar el clima de inversión en un país y, en caso de ser inversores nacionales, se deben declarar los recursos aportables al agrupamiento y los elementos de negociación.
Además de todo esto, se deben regular normativas sobre el comercio exterior, relaciones laborales, tributación fiscal, políticas de promoción industrial, entre otros.
Es por eso que el grupo de abogados que lidera Domínguez Martín se encuentra altamente cualificado para brindar atención integral de índole preventiva en áreas como derecho tributario, comercio internacional, contabilidad, derecho fiscal, requisitos para una asociación equivalente para todas las partes involucradas.
Ventajas de consolidar una joint venture
Más allá de todo el proceso burocrático que acarrea la creación de una sociedad como una joint venture, la realidad plasma que los resultados para aquellas empresas, sobre todo emprendedoras, encuentran ventajas en la asociación.
El gran inconveniente que deben enfrentarse las startups es la falta de financiación o músculo financiero. En el caso de una joint venture, todas las partes involucradas comparten riesgos y costes, lo que se traduce en ahorro en costes de operación, en mayor acceso a financiación por su solvencia, y la reducción del riesgo individual, ya que se reparte.
No solo son capaces de solventar crisis futuras, sino que aumenta también la capacidad de abarcar nuevos mercados, junto a la capacidad económica para abordar el proyecto.
En conclusión, la conformación de una sociedad como una joint venture resulta gratificante para todas las partes involucradas, pero es importante discutir todos los procedimientos previos para evitar la aparición de conflictos internos. Es por eso que la atención de Álvaro Francisco Domínguez Martín y su equipo son la guía para las empresas que buscan optimizar su funcionamiento en el mercado.