El Papa ha reducido el sueldo de los cardenales de la Curia Romana un 10% y el de una gran parte de sus empleados en un 8% y en un 3% para revertir la situación de déficit «que, desde hace varios años, caracteriza la gestión económica de la Santa Sede» y ante «el empeoramiento de esta situación tras la emergencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19».
Así lo ha dispuesto el Papa en una Carta apostólica publicada en forma de ‘Motu Proprio del Sumo Pontífice’ en relación con la contención de los gastos de personal de la Santa Sede, de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y de otros entes relacionados.
Según la nueva regulación, los sueldos del personal laico quedan blindado. El 50% del presupuesto del Vaticano corresponde a gastos de personal, pero el Papa ha decidido no reducir el salario del personal con familia.
Estas medidas, que entrarán en vigor el 1 de abril de 2021, se suman a la decisión de la Santa Sede de presupuestar para 2021 un gasto de 30 millones de euros provenientes de su reserva de donativos para cubrir el déficit de 80 millones que se prevé que dejará en las arcas estatales la pandemia.