Las tensiones bancarias que han afectado a las entidades de Estados Unidos y Suiza, con la intervención de varios bancos y el rescate de Credit Suisse, representan un elemento de incertidumbre añadida, aunque su impacto para el sector y la estabilidad financiera en la zona euro ha sido «relativamente suave» por el momento, según el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
En su intervención en un acto organizado en Washington por Brookings Institution, el banquero central español ha advertido de que estas tensiones financieras representan «un elemento de incertidumbre añadido», que hace que la postura dependiente de los datos del Banco Central Europeo (BCE) sea aún más importante, por lo que la toma de decisiones dependerá de cómo evolucionen los riesgos.
«Estamos vigilando de cerca las tensiones financieras y estamos listos para responder para mantener la estabilidad financiera y de precios», ha asegurado De Cos, para quien las implicaciones de las recientes tensiones financieras «han sido contenidas hasta ahora», advirtiendo de la necesidad de prestar atención a los datos de crédito de las entidades para evaluar su impacto.
«Tenemos que ser prudentes y ver cuál es el impacto de las tensiones del mercado en Europa», ha añadido, subrayando que la valoración inicial al respecto sugiere que el efecto sobre el sistema financiero de la zona euro ha sido «relativamente suave», gracias a la robustez de la posición de liquidez y capital de la banca de la zona euro.
En este sentido, ha subrayado que las características del modelo de negocio de los bancos españoles son parecidas a los del resto de la eurozona, con niveles robustos de capital y liquidez.
En cualquier caso, ha destacado que, tras los beneficios sustanciales contabilizados por la banca en 2022 impulsados por las subidas de tipos, se está pidiendo a las entidades españolas «no solo mantener los colchones sino aumentarlos».
