El Producto Interior Bruto (PIB) de Argentina sufrió una contracción del 9,9% en 2020 como consecuencia de la pandemia en la actividad económica del país, según datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De este modo, el país sudamericano profundiza una recesión que arrastra desde 2018.
No obstante, el dato observado en el año de la pandemia supone un retroceso menos severo que el 10,4% estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2021 y 2022, el organismo proyecta crecimientos del 4,5% y del 2,7%, respectivamente.
Durante 2020, prácticamente todas las actividades productivas del país registraron comportamientos negativos, a excepción del sector de electricidad, gas y agua (0,9%) y la información financiera (2,1%).
El peor desempeño lo registraron los hoteles y restaurantes, con una caída de su producción del 49,2%; seguido de otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-38,9%), la pesca (-20,9%) y las actividades de servicio doméstico en hogares privados (-18,6%).
En el lado de la inversión, la formación bruta de capital fijo registró una contracción del 13% con respecto al año anterior, mientras que las exportaciones e importaciones cayeron un 17,7% y un 18,1%, respectivamente. Del lado del consumo, el privado cayó un 13,1% y el público lo hizo en un 4,7%.
Entre octubre y diciembre, la economía argentina retrocedió un 4,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Los sectores de intermediación financiera (10,6%), comercio (3,6%), construcción (3,5%), electricidad, gas y agua (0,2%) y la industria manufacturera (1,6%) registraron comportamientos positivos.
En contraposición, los hoteles y restaurantes (-53,8%) experimentaron la contracción más alta de entre el resto del grupo de actividades, seguida de otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-24,3%) y la pesca (-21,8%).