La sal marina es uno de los condimentos más antiguos y empleados en el mundo. Su uso en cocina es fundamental para potenciar y realzar el sabor de cualquier alimento. Eso sí, siempre siguiendo las recomendaciones médicas y enmarcando su consumo en una dieta saludable.
La sal en escamas es una variedad gourmet muy reconocida por restauradores y cocineros, así como consumidores, gracias a su sofisticación y por su potencial decorativo tanto en elaboraciones saladas como en repostería de vanguardia.
La empresa española Bras del Port es el único productor español de este tipo sal gracias al esfuerzo de su puntero departamento de innovación y desarrollo.
Una forma inconfundible y una textura diferencial
Las escamas de sal marina poseen una forma piramidal definida inconfundible que le confiere un crujiente salado y delicado. Estas cualidades les aportan un carácter diferencial, pasando a ser protagonistas como elemento decorativo en el plato, además de ayudar a realzar los sabores.
Asimismo, la manera en la que potencia los alimentos es también novedosa, pues crea picos de intensidad irregulares. Es decir, el salado es percibido por las papilas gustativas cada vez que un trocito de escama entra en contacto con ellas. De esta forma, tiene mayor intensidad en boca que otras sales. Por esta razón, no se debe añadir demasiada cantidad para no salar en exceso. Simplemente, un pequeño toque, rompiendo con los dedos y espolvoreando justo antes de servir. En otras palabras, es una sal de terminación. A su vez, se trata de un condimento muy apreciado por chefs debido a su aporte visual y que ya ha ganado terreno en la actividad culinaria y comercial.
En este marco, la centenaria firma Bras del Port mediante su sitio web dispone de 4 variedades diferentes de sal en escamas: natural, al humo, con jengibre, con cítricos o el condimento con carbón vegetal y un toque de pimienta.
Las alternativas disponibles combinan a la perfección con toda clase de alimentos asados o cocinados a la plancha, a la parrilla o barbacoa, tales como carnes, pescados, verduras y mariscos. También se adaptan para aderezar ensaladas, sopas frías, cremas, purés, humus, guacamoles, carpaccios, tostadas y focaccias.
Asimismo, con un poco de imaginación, la sal marina en escamas puede añadirse a recetas dulces de caramelo, galletas o bombones y darle un punto de distinción a los postres. Por ejemplo, aplicar una pizca a la cobertura de chocolate reduce su amargor natural y potencia el cacao.
La sal marina ecológica: otra novedad del sector
A diferencia de otras sales, la sal marina se elabora con una materia prima y unas fuentes de energía naturales, ya que se basa en la evaporación de agua de mar por la acción del viento y el sol.
Además, apostar por el consumo de sal marina ecológica supone promover la diversidad biológica y la protección del medio ambiente, ya que la producción de este mineral genera un ecosistema de humedales salados donde habitan cientos de especies.
Bras del Port, junto con las escamas de sal, completa su oferta con la sal eco certificada con la garantía del distintivo europeo, la eurohoja.