La Asociación Española de Banca (AEB) asegura que la totalidad de los resultados negativos de las entidades financieras en el conjunto del año 2020 son imputables a las mayores provisiones y a los saneamientos realizados durante el primer semestre. De hecho, en los dos últimos trimestres, el resultado agregado arrojó beneficios por 4.500 millones de euros.
Los bancos españoles registraron unas pérdidas de 6.955 millones de euros en el ejercicio 2020 tras fortalecer su balance con provisiones y saneamientos extraordinarios de 12.000 millones de euros para hacer frente a los efectos económicos de la crisis del Covid-19, según datos recopilados por AEB.
Durante el ejercicio 2020, se dotaron provisiones para insolvencias y saneamientos que, en conjunto, superan los 35.000 millones de euros, de los que más de 12.000 millones han sido de carácter extraordinario, en previsión de las consecuencias que la crisis pudiese tener en la calidad futura de los activos.
La AEB ha explicado que este esfuerzo en provisiones y saneamientos, unido a los menores resultados extraordinarios y a los mayores gastos por impuestos, explica las pérdidas de 6.955 millones registradas al cierre del año, frente a los 11.547 millones de beneficios obtenidos en 2019.
El margen bruto disminuyó un 11,2% en términos interanuales. Según la AEB, se debió al efecto agregado del mantenimiento de bajos tipos de interés, los diferenciales de cambio y la reducción de la actividad como consecuencia de la pandemia, que han afectado negativamente tanto al margen financiero como a los ingresos netos por comisiones.
Los gastos de explotación se redujeron de manera significativa, un 11,9% respecto a 2019, con una mejoría de 23 puntos básicos. Esta positiva evolución de los gastos permitió que la ratio de eficiencia se situara en el 48,9%, frente al 49,3% de un año antes.
Por otro lado, el agregado de los balances consolidados se elevó a 2,7 billones de euros al cierre del ejercicio 2020, con un incremento del 2,4% respecto a diciembre del año anterior.
El crédito a la clientela, afectado por el tipo de cambio, se redujo más de un 5% anual, con una ratio de morosidad que disminuyó hasta el 3,64%, frente al 3,71% de un año antes.
La ratio de cobertura se elevó, como consecuencia de las elevadas provisiones del ejercicio, hasta el 75% de los activos dudosos, lo que significa siete puntos porcentuales más que a cierre del ejercicio anterior.
Por su parte, los depósitos de la clientela se mantuvieron en niveles similares a los que presentaban en diciembre de 2019 y situaron la ratio de créditos sobre depósitos en el 103%, frente al 109% de un año antes.
El patrimonio neto se vio afectado negativamente por las pérdidas del ejercicio, con una caída del 12% interanual, si bien ese efecto no se trasladó a la ratio de solvencia que, a 31 de diciembre de 2020 se situaba en el 11,86% en términos de capital de máxima calidad en carga plena (CET1 fully loaded), 40 puntos básicos más que al cierre de 2019.