La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha presentado su propuesta para las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), la cual está articulada en torno a 11 medidas que tienen como objetivo contar con un modelo «coordinado» y que contribuya a que los ciudadanos cuenten con distintas opciones de movilidad, sin ir en ningún momento «en contra de los vehículos».
Hacer una reflexión sobre las ZBE (a las que están obligadas todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, los territorios insulares y aquellos municipios de más de 20.000 habitantes que superen los límites de contaminación regulados) es para Anfac «una necesidad» ya que estas zonas generan incertidumbre a los ciudadanos a la hora de plantearse su propia movilidad.
Por este motivo, desde la patronal buscan sentar las bases de un marco común que, aunque no este sujeto a las mismas normas en todas las ciudades, sirva de punto de partida para modernizar el parque automovilístico de España e impulsar la movilidad eléctrica y sostenible.
«Es importante que este debate no quede colgado y que cada municipio aproveche este año para conocer qué modelo de movilidad quiere. Las ZBE tienen efectos en el rejuvenicimiento del parque automovilístico, un tema que es estrictamente necesario abordar para reducir las emisiones de gases contaminantes», ha apuntado el director general de Anfac, José López-Tafall.
MEDIDAS SOBRE LOS VEHÍCULOS MÁS CONTAMINANTES
Según un informe de Ideauto para Anfac, el 47% de los vehículos que circularon por las carreteras españolas en 2022 tiene más de 15 años de antigüedad. Esta cifra se eleva hasta el 63% en los coches de más de 10 años. Además, el 62% del parque circulante (sin incluir las motocicletas) es etiqueta B o no tiene etiqueta y esos vehículos representan el 90% de las emisiones.
Sobre la base de estos datos, las posibles restricciones de acceso, circulación o estacionamiento en la Zonas de Bajas Emisiones deberían centrarse en estos vehículos y siempre con una previsión que permita al ciudadano tener visibilidad a futuro.
Asimismo, en relación al Real Decreto que regula las ZBE y deja las principales decisiones en manos de los municipios, Anfac apuesta por tener una visión «supramunicipal», principalmente en aquellas zonas que conformen un área metropolitana. El objetivo es llegar a la máxima extensión posible ya que, de lo contrario, la falta de armonización podría suponer un resultado «desastroso» para la movilidad, la economía o el comercio en España.
RENOVACIÓN DE VEHÍCULOS Y PUNTOS DE RECARGA
Dos asuntos complementarios y necesarios para mejorar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son la renovación del parque automovilístico y el aumento de puntos de recarga eléctricos, con el fin de hacer la movilidad más sostenible.
Así, en lo que se refiere a los taxis o los VTC, y teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros que realizan sin ofrecer un servicio, se debe incentivar el rejuvenecimiento de la flota y contar con vehículos de cero emisiones o, al menos, que tengan el etiquetado C, uno de los menos contaminantes.
La misma idea sirve para las opciones de ‘car sharing’, las flotas de transporte público o los coches oficiales. Se propone un modelo ejemplarizante y que sean los primeros en dar el salto a la renovación acelerada a vehículos con etiquetado Cero y ECO.
Por su parte, los vehículos de mercancías, entre los que se dan los mayores porcentajes de antigüedad y de emisiones de gases de efecto invernadero, desde Anfac se ha instado a poner el foco en sus flujos de operaciones y a implantar un calendario progresivo para su correspondiente etiquetado ECO.
La patronal automovilística también plantea la necesidad de que las Zonas de Bajas Emisiones cuenten con una planificación y desarrollo de un mapa de infraestructura de recarga de acceso público. Además, este tiene que incluir los principios de calidad, cantidad y capilaridad, con una potencia adaptada tanto a vehículos ligeros como pesados, según ha explicado la directora del Área Industrial y Medio Ambiente de Anfac, Arancha García.
Finalmente, los ayuntamientos deberían de poner en un marcha un área de la administración que sea responsable del desarrollo de las ZBE, para así despegar las infraestructuras necesarias y evitar el alargamiento de los plazos burocráticos.