El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, se encuentra en la capital de Afganistán, Kabul, en lo que se trata de su primera visita al país centroasiático tras asumir el cargo, según informa la cadena afgana Tolo News.
Austin ha llegado en visita sorpresa, como suele ser habitual en lo que se refiere a los viajes de altos responsables estadounidenses, para minimizar el riesgo de seguridad para su comitiva.
Se espera que Austin se reúna con altos funcionarios del Gobierno en Kabul para evaluar el estado de las actuales conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibán, ahora mismo paralizadas y en medio de un repunte de la violencia en el país.
De hecho, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha alertado de que será «difícil» lograr que la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán se lleve a cabo antes del 1 de mayo, tal y como está previsto.
Durante una entrevista con la cadena ABC, el mandatario ha aseverado que se encuentra «en el proceso de tomar la decisión de cuándo tienen que abandonar el país» a pesar de la fecha acordada por los talibán y la Administración del expresidente Donald Trump.
Así, ha especificado que considera que dicho acuerdo no fue «sólidamente negociado». No obstante, ha matizado que «puede suceder, pero es complicado». «Ahora estamos manteniendo consultas al respecto», ha dicho.
El Gobierno estadounidense mantiene conversaciones sobre la retirada de las tropas con las autoridades afganas y varios aliados. «La decisión se encuentra en proceso por ahora», ha recalcado.
El mes pasado, los talibán rechazaron un posible aplazamiento de la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán e indicaron que el grupo insurgente «nunca estará de acuerdo con una extensión».
El acuerdo entre las partes, firmado en la capital de Qatar, Doha, contemplaba la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán el 1 de mayo, mientras que los talibán se comprometían a unas conversaciones de paz con el Gobierno afgano, si bien hasta el momento no han registrado avances relevantes, en medio de un repunte de la violencia.
Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos afirmó a mediados de febrero que el nivel de violencia es «inaceptablemente alto» y reiteró que el acuerdo de paz con los talibán está siendo «revisado» para analizar su cumplimiento y determinar los pasos a dar.
Este mismo domingo, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha felicitado a la población el Año Nuevo del Nawruz acusando a los insurgentes de falta de legitimidad, antes de pedirles que abandonaran las hostilidades para darle una oportunidad a la paz.
«¿Quién está dando legitimidad para que los talibán maten a nuestros hermanos y hermanas. Basta», ha declarado Ghani, antes de pedir a los talibán que se unan al Gobierno en lugar de reclamar el retorno del emirato islámico que gobernaban hasta 2001.
Asimismo, Ghani ha reiterado que solo asistirá a la conferencia de paz propuesta por Estados Unidos en Estambul, que se espera para principios de abril, si el líder talibán Hibatulá Ajundzada asiste al evento, ha declarado el negociador jefe del Gobierno afgano, Masum Stanekzai.
La conferencia de paz liderada por Naciones Unidas se realizará a pedido de Estados Unidos para impulsar los esfuerzos para lograr un arreglo político en Afganistán, y fue propuesta por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en su carta al presidente Ashraf Ghani y jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional (y antiguo número dos del Gobierno afgano), Abdulá Abdulá, este mes.
En su carta, Blinken presentó sugerencias al Gobierno afgano para acelerar el proceso de paz, propuestas para facilitar la discusión entre las dos partes para formar un acuerdo negociado y un alto el fuego, una reunión en Turquía entre ambas partes para finalizar un acuerdo de paz y una revisión propuesta de reducción de la violencia en 90 días.